Dicen que todos tenemos dos partes en nuestro cerebro: una racional y otra más sentimental, y que los hombres, por supuesto, usan más la racional que nosotras. Pero en estos momentos me debato entre las dos partes; el sexo y el amor, cómo no, tienen mucho que ver con este comedero de cabeza.
He aquí la cuestión: me dejo enredar en una relación que en principio solo era sexo; la cual tenía un pasado muy negro y lleno de desconfianza. Pero me tiro a la piscina. Porque, la verdad, en frío no podía olvidarle y quería estar con él; pero mis sentimientos de frustración y un cabreo monumental me nublan el juicio. Así que me digo: pues sexo durante un tiempo y luego me piro y le dejo con el culo al aire . Pero lo que realmente pasa es que me gustaba desde el principio y nunca veía el momento de dejarle, como ya he descrito antes.
Aún a sí él es muy dulce, no es nada aburrido (ya que constantemente me mete mucha caña) y el sexo, que en principio era un caos, es realmente bueno; como nunca antes.
Pero me falta algo. Me he quedado estancada, en punto intermedio. Lo que de verdad quiero es una relación. Estoy harta de esconderme, escaparme, mentir... reconozco que tiene su morbo, pero por otro lado me mata.
Y otro pero: si es lo que quiero, ¿por qué no soy capaz de dar el paso? ¿Es que realmente él no es el adecuado y mi parte racional lo desecha descaradamente, aunque mis sentimientos no me permiten alejarme? Y he de decir que el sexo me tiene enganchada, ¿qué puedo hacer ?
B.
Bueno, lo importante es que has planteado el hecho de que quieres una relación. ¿Realmente crees que tiene que haber alguien adecuado? Creo que eso no es lo que te echa atrás,sino la desconfianza con la que se inició esta relación.
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